La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación
anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Una forma
simple de medir la obesidad es el índice de masa corporal (IMC), esto es el
peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en
metros. Una persona con un IMC igual o superior a 30 es considerada obesa y con
un IMC igual o superior a 25 es considerada con sobrepeso. El sobrepeso y la
obesidad son factores de riesgo para numerosas enfermedades crónicas, entre las
que se incluyen la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Alguna vez considerados problemas de países con ingresos
altos, la obesidad y el sobrepeso están en aumento en los países con ingresos
bajos y medios, especialmente en las áreas urbanas.
Datos y cifras
Desde 1980, la obesidad se ha más que doblado en todo el
mundo.
En 2008, 1400 millones de adultos (de 20 y más años) tenían
sobrepeso. Dentro de este grupo, más de 200 millones de hombres y cerca de 300
millones de mujeres eran obesos.
El 65% de la población mundial vive en países donde el sobrepeso
y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal.
En 2010, alrededor de 40 millones de niños menores de cinco
años tenían sobrepeso.
La obesidad puede prevenirse.
¿Qué son el sobrepeso y la
obesidad?
El
sobrepeso y la obesidad se definen como una acumulación anormal o excesiva de
grasa que puede ser perjudicial para la salud.
El
índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el
peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y
la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en
kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).
La
definición de la OMS es la siguiente:
·
Un IMC igual o superior a 25
determina sobrepeso.
·
Un IMC igual o superior a 30
determina obesidad.
El
IMC proporciona la medida más útil del sobrepeso y la obesidad en la población,
puesto que es la misma para ambos sexos y para los adultos de todas las edades.
Sin embargo, hay que considerarla a título indicativo porque es posible que no
se corresponda con el mismo nivel de grosor en diferentes personas.
Datos sobre el sobrepeso y la
obesidad
El
sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de riesgo de defunción
en el mundo. Cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas
como consecuencia del sobrepeso o la obesidad. Además, el 44% de la carga de
diabetes, el 23% de la carga de cardiopatías isquémicas y entre el 7% y el
41% de la carga de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la
obesidad.
A
continuación se presentan algunas estimaciones mundiales de la OMS
correspondientes a 2008:
·
1400 millones de adultos de 20 y
más años tenían sobrepeso.
·
De esta cifra, más de 200 millones
de hombres y cerca de 300 millones de mujeres eran obesos.
·
En general, más de una de cada 10
personas de la población adulta mundial eran obesas.
En
2010, alrededor de 40 millones de niños menores de cinco años de edad tenían
sobrepeso. Si bien el sobrepeso y la obesidad tiempo atrás eran considerados un
problema propio de los países de ingresos altos, actualmente ambos trastornos
están aumentando en los países de ingresos bajos y medianos, en particular en
los entornos urbanos. En los países en desarrollo están viviendo cerca de 35
millones de niños con sobrepeso, mientras que en los países desarrollados esa
cifra es de 8 millones.
En
el plano mundial, el sobrepeso y la obesidad están relacionados con un mayor
número de defunciones que la insuficiencia ponderal. Por ejemplo, el 65% de la
población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más
vidas que la insuficiencia ponderal (estos países incluyen a todos los de
ingresos altos y la mayoría de los de ingresos medianos).
¿Qué causa el sobrepeso y la
obesidad?
La
causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético
entre calorías consumidas y gastadas. En el mundo, se ha producido:
·
un aumento en la ingesta de
alimentos hipercalóricos que son ricos en grasa, sal y azúcares pero pobres en
vitaminas, minerales y otros micronutrientes, y
·
un descenso en la actividad física
como resultado de la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de
trabajo, de los nuevos modos de desplazamiento y de una creciente urbanización.
A
menudo los cambios en los hábitos de alimentación y actividad física son
consecuencia de cambios ambientales y sociales asociados al desarrollo y de la
falta de políticas de apoyo en sectores como la salud; agricultura; transporte;
planeamiento urbano; medio ambiente; procesamiento, distribución y
comercialización de alimentos, y educación.
¿Cuáles son las consecuencias
comunes del sobrepeso y la obesidad para la salud?
Un
IMC elevado es un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles,
como:
·
las enfermedades cardiovasculares
(principalmente cardiopatía y accidente cerebrovascular), que en 2008 fueron la
causa principal de defunción;
·
la diabetes;
·
los trastornos del aparato
locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las
articulaciones muy discapacitante), y
·
las enfermedades cardiovasculares
(principalmente cardiopatía y accidente cerebrovascular), que en 2008 fueron la
causa principal de defunción; la diabetes; los trastornos del aparato locomotor
(en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las
articulaciones muy discapacitante), y algunos cánceres (del endometrio, la mama
y el colon).
El
riesgo de contraer estas enfermedades no transmisibles crece con el aumento del
IMC.
La
obesidad infantil se asocia con una mayor probabilidad de obesidad, muerte
prematura y discapacidad en la edad adulta. Pero además de estos mayores
riesgos futuros, los niños obesos sufren dificultad respiratoria, mayor riesgo
de fracturas e hipertensión, y presentan marcadores tempranos de enfermedad
cardiovascular, resistencia a la insulina y efectos psicológicos.
Afrontar una doble carga de
morbilidad
Muchos
países de ingresos bajos y medianos actualmente están afrontando una
"doble carga" de morbilidad.
·
Mientras continúan lidiando con los
problemas de las enfermedades infecciosas y la desnutrición, estos países están
experimentando un aumento brusco en los factores de riesgo de contraer
enfermedades no transmisibles como la obesidad y el sobrepeso, en particular en
los entornos urbanos.
·
No es raro encontrar la
desnutrición y la obesidad coexistiendo en un mismo país, una misma comunidad y
un mismo hogar.
En
los países de ingresos bajos y medianos, los niños son más propensos a recibir
una nutrición prenatal, del lactante y del niño pequeño insuficiente. Al mismo
tiempo, están expuestos a alimentos hipercalóricos ricos en grasa, azúcar y sal
y pobres en micronutrientes, que suelen ser poco costosos. Estos hábitos
alimentarios, juntamente con una escasa actividad física, tienen como resultado
un crecimiento brusco de la obesidad infantil, al tiempo que los problemas de
la desnutrición continúan sin resolver.
¿Cómo pueden reducirse el sobrepeso
y la obesidad?
El
sobrepeso y la obesidad, así como sus enfermedades no transmisibles asociadas,
son en gran parte prevenibles. Para apoyar a las personas en el proceso de
realizar elecciones, de modo que la opción más sencilla sea la más saludable en
materia de alimentos y actividad física periódica, y en consecuencia prevenir
la obesidad, son fundamentales unas comunidades y unos entornos favorables.
En
el plano individual, las personas pueden:
·
limitar la ingesta energética
procedente de la cantidad de grasa total;
·
aumentar el consumo de frutas y
verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos;
·
limitar la ingesta de azúcares;
·
realizar una actividad física
periódica, y
·
lograr un equilibrio energético y
un peso normal.
La
responsabilidad individual solamente puede tener pleno efecto cuando las
personas tienen acceso a un modo de vida saludable. Por consiguiente, en el
plano social es importante:
·
dar apoyo a las personas en el
cumplimiento de las recomendaciones mencionadas más arriba, mediante un
compromiso político sostenido y la colaboración de las múltiples partes
interesadas públicas y privadas, y
·
lograr que la actividad física
periódica y los hábitos alimentarios más saludables sean económicamente
asequibles y fácilmente accesibles para todos, en particular las personas más
pobres.
La
industria alimentaria puede desempeñar una función importante en la promoción
de una alimentación saludable:
·
reduciendo el contenido de grasa,
azúcar y sal de los alimentos elaborados;
·
asegurando que todos los
consumidores puedan acceder física y económicamente a unos alimentos sanos y
nutritivos;
·
poner en práctica una
comercialización responsable, y
·
asegurar la disponibilidad de
alimentos sanos y apoyar la práctica de una actividad física periódica en el
lugar de trabajo.

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