El ejercicio aeróbico se basa en el desarrollo de actividades con menor
intensidad que las realizadas en el ejercicio anaeróbico, pero durante periodos
de tiempo más largos (andar, correr, nadar y montar en bicicleta), con el objetivo
de conseguir mayor resistencia. Para obtener la energía necesaria para realizar
estas actividades, es preciso quemar hidratos y grasas, y para ello se necesita
oxígeno.
Las personas que quieren adelgazar suelen realizar este tipo de
ejercicio porque quema grasa y, además, al utilizar mucho oxígeno, incrementa
la capacidad pulmonar y es beneficioso para el sistema cardiovascular(el corazón y pulmones).
Los principales beneficios que puedes conseguir con la práctica de ejercicio aeróbico son:
Permite
adelgazar, al reducir la grasa corporal. Como se ha explicado anteriormente, el
ejercicio aeróbico emplea las grasas como fuente principal de energía, por lo
que resulta el tipo de ejercicio más beneficioso para las personas con obesidad
o sobrepeso.
Mejora la función cardiovascular y la capacidad pulmonar, tanto en los
individuos sanos, como en pacientes con algún trastorno coronario.
Influye positivamente en el estado de ánimo, mejorando la autoestima, la
calidad del sueño y el bienestar general del individuo.
Incrementa
los niveles de absorción de calcio, fortaleciendo los huesos y reduciendo el
riesgo de fracturas.
De
esta forma, disminuye el riesgo de infarto.
Aumenta
la capacidad de resistencia.
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