PREVENCIÓN Y REDUCCIÓN DEL RIESGO DE CÁNCER

El cáncer es el efecto del crecimiento celular no regulado o descontrolado y se debe a una interacción de factores de riesgo alimentarios, genéticos y ambientales. existen mas de 100 variedades de cáncer.  las neoplasias tienen un fuerte componente genético.

los carcinógenos (factores que inducen cáncer) naturales incluyen radiación ultravioleta (UV), tíntes, químicos ambientales de humos o minas, virus, conservadores, aflatoxinas y safrol. El carcinógeno más constante es el consumo de tabaco.  cerca del 30% de los cánceres también tiene un componente nutricional o dietético (Williams y Hord, 2005).

los constituyentes nutritivos y no nutritivos de la dieta pueden promover o retrasar el desarrollo del cáncer, individualizados por la predisposición genética. las dietas ricas en carotenoides, vitaminas antioxidantes como la E y la C, compuestos fenólicos, terpenoides, esteroides, indoles y fibras reducen el riesgo de cáncer y enfermedades crónicas relacionadas (Aggarwal y Shishorida, 2004). 

los polifenoles son los antioxidantes más abundantes de la dieta promedio y son constituyentes de frutas, verduras, cereales, leguminosas secas, chocolate, té, café y vino.

la evidencia más consistente que relaciona alimentos específicos con un menor riesgo de ciertos cánceres se vincula con el consumo de frutas, hortalizas y granos enteros. Los antioxidantes protegen contra el daño de los radicales libres, lo que mejora la resistencia de las células al estrés oxidativo. 

el mensaje clave es fomentar el consumo de frutas, verduras y cereales integrales, elegir alimentos más saludables  y hacer de las verduras el centro del plato, minimizar el consumo de carne o elegir cortes sin grasa., reforzar la dieta con nueces y granos enteros. 

Una lista completa de "víveres anticáncer" incluyen frutas o verduras de colores verde oscuro, amarillo y anaranjado; uvas rojas, verduras crucíferas como el la col, brócoli, coliflor y lechuga, jugo de naranja, tomates, aceite de oliva y canola, ajo, leguminosas, café intenso, granos enteros (panes integrales por ejemplo) y soya.